Enero 2 del 2019

Un día :

Un pensamiento que se volvió obsesión, una adicción que tiene un origen hereditario, aprender a convivir con este tipo de adicciones es complejo, pero la razón humana puede volver hermosa dicha obsesión. Siento que lo importante es aprender a manejar las debilidades y sacarle mucho jugo a las fortalezas, conocerse a sí mismo para mí me ha llevado a comprender porque hago ciertas cosas, porque actúo de forma diferente a los otros, en que momento puedo o no puedo hacer algo, cuando estoy conmigo mismo y cuando parto a los confines de la buena literatura, el deporte o la buena física. 

Entretener la vida y no volverla un paño de lágrimas como los cristianos lo proponen, al contrario, comprender y entretener el cuerpo y la mente que son un sólo.

Es demasiado simple la explicación de la religión occidental: usted vino a expiar el pecado original del de Adán que se dejó llevar por el deseo del conocimiento, para mí, lo más gradioso que Adán ha hecho es dejar de vivir en el famoso paraiso, genial que desease conocer, genial jugarse su eternidad y famosa salvación por crear su propio concepto del mundo, no el de ese dios que pintan las iglesias, no vinimos a expiar pecados ni propios ni ajenos, vinimos a vivir y vivir es correr riesgos.

El ser humano sin riesgos es nada, todo cambia, lo superficial, lo profundo, la esencia del mundo es cambio, pero no el cambio de los alquímicos, soñar que todo se convertirá en oro, para nada es el cambio de un Universo que se mueve, una termodinámica que obedece sus leyes y que va camino hacia alguna dirección.

Me gusta imaginar el mundo de hoy como ese espíritu que se convierte a cada momento en una nueva forma, es increible que tengamos leyes de la física inmersas en ese cambio permanente, pero que los bloques subatómicos obedezcan solo probabilidades que aún no sabemos como funcionan a gran escala.

Yo vivo y dejo vivir, disfruto mis defectos y mis obsesiones, sigo para adelante con mis virtudes, tratando de ser el mejor ser humano posible, poniendo perseverancia en cada momento y entregando la vida al tiempo o el tiempo a la vida que será quien me termine sacando del juego.

Decía San Francisco: "Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco",  a mi entender se refería al disfrute de la vida, deseo vivir, vivir y estar, lo demás está inmerso en el tiempo, entonces es de sabios desear poco y simplemente vivir, esto no se refiere al bienestar, ni a los bienes prestados que la naturaleza nos dá, se refiere a mi entender en siempre desear, no, no basta con desear, no basta con pensar, hay que ejecutar, porque el Universo premia la acción no el pensamiento.

Disfrute mucho hoy, tendrá fin, eso lo sé como todo en la vida de este Universo, pero por ahora fue y ha sido, e ahí que el deseo se convirtió en placer, se disfrutó y creo que eso es lo que vale para la pequeña bestia que habita en nuestro interior, pero que es el germen del instinto y éste de la vida, soy humano justo por eso.