lunes, 22 de junio de 2009

Obama

“Es más fácil comenzar guerras que terminarlas. Es más fácil acusar a otros que mirarnos a nosotros mismos; ver qué tienen los otros de distinto que encontrar las cosas en las que coincidimos” Barak Obama

"Observo este día del padre no sólo como un padre agradecido de estar en presencia de mis hijas, sino también como un hijo que creció sin un padre en su vida. Lo mires por donde lo mires, me di cuenta de la importancia de la paternidad a causa de su ausencia, tanto en mi vida como en la de otros" Barak Obama

"Comprendí que el vacío que un hombre deja cuando abandona sus responsabilidades como padre no puede llenarse con un gobierno. Podemos hacer todo lo posible para proporcionar buenos empleos, buenos colegios y calles seguras para nuestros hijos, pero nunca será suficiente como para llenar esa diferencia"

"Necesitamos que los padres se den cuenta de que su trabajo no acaba con la concepción; lo que hace de vosotros un hombre no es la habilidad de engendrar un hijo, sino el coraje de criarlo"

¿Qué nos hace felices?

"La interacción humana es la llave de la felicidad. Pero algo más contundente: la felicidad es afecto" George Vaillant

¿Qué me hace felíz? Un cambio súbito, cuando veo de repente que todo empieza a mejorar y cuando tengo una actitud mental de armonía con el Universo, esa actitud mental de armonía suelo alcanzarla cuando comprendo algo complejo ó cuando terminó de hacer deporte,cuando hago un trabajo y el resultado me gusta, cuando comparto con las personas que amo: mi hija Manuela, mi esposa Diana, mis amigos, algunos empresarios que como yó están sacando adelante sus empresas, me encanta la gente positiva, la gente que no se queja, la gente crítica, la gente estudiosa, la gente que no es mezquina, la gente que sabe que la felicidad está en compartir...me encantan las personas que desean un mundo mejor y luchan por él, la gente que dice la verdad...la gente que sale de las crisis luchando, dandole fuerte, la gente tierna, que abraza, que habla con franqueza....

Me hace feliz la buena comida, la buena mesa, probar las delicias gastronómicas de este planeta, las combinaciones de olores y sabores agradables...que delicia una buena comidad pero en compañía de alguien, sólo no...comer es rico cuando se tiene una excelente compañía...

Me hace feliz viajar, que rico conocer cada recoveco del mundo, que delicia sobrepasar estas montañas que aquietan la mente, que delicia mirar otras culturas, en mis viajes siempre disfruto del mundo y me maravillo de los milagros de este universo....

Me hace feliz estudiar, leer con profundidad, como Borges, soy felíz en una Biblioteca (mi laboratorio queda al lado de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín) ese es un lugar mágico para mí, es el Aleph, el sitio donde me encuentro má a gusto conmigo y con el conocimiento de pasadas culturas...

Pero todas estas cosas felices me encantan cuando las comparto con Manuela que está descubriendo el mundo, con las personas de este país, con mis alumnos de clase...si..soy una persona felíz y cuido de mi felicidad...

domingo, 21 de junio de 2009

¿La doble moral de muchos colombianos?

“Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible”. Gandhi

Escucho a a muchos de los colombianos emitir juicios muy fuertes, somos un pueblo que ha perdido la verguenza, somos un país dividido en buenos y malos, si el estado es el asesino entonces son los buenos, si la guerrilla y los paracos son los asesinos entonces son los malos. ¿Cuándo entenderemos que los que se matan en este país son seres humanos nacidos en él? ¿Cuándo entenderemos que esta es una guerra entre los estratos 1, 2 y 3 financiada por los estratos altos?¿cuándo entenderán los guerrilleros que son carne de cañó de jefes que tienen a sus hijos estudiando en Europa y EEUU? ¿Cuándo entenderán los milicianos y los paramilitares rasos que sólo los usan para que su jefe pueda sacar la droga y llenarse los bolsillos de dinero? ¿Cuándo entenderán los colombianos rasos que son idiotas útiles que sólo sirven para ponerle votos a las ratas del congreso y a al cartel de los políticos de este país?¿Cuàndo superaremos la edad media a nivel de los razonamientos de un colombiano típico? ¿Cuándo entenderemos que estamos de paso por este planeta y que no tiene sentido quitarle la vida a otras personas? ¿Cuándo pararemos la violencia propia de los colombianos? Ya está arraigada la desverguenza y la violencia en los corazones de este paìs, son violentos los curas y los religiosos que promulgan una verdad sólo de ellos, son violentos los políticos, son violentos los dirigentes, es violenta la prensa y sus periodistas amarillistas, es violento el estado con los más necesitados....¿estamos frente a un estado inviable?

Una lección de vida de Luis Fernando Montoya

"Sí, siento mucha tristeza y nostalgia. Dolor por los sueños derrotados. Es una vida adversa, sólo iluminada por el amor de mi familia. Pero el mundo es casi cruel. Quisiera que esta no fuera mi realidad. Como dice el proverbio, nadie sabe lo que tiene, hasta cuando lo pierde. Les digo a todos los padres del mundo: ustedes que pueden acariciar a sus hijos, que los pueden besar y tomar de la mano, háganlo siempre, todos los días y todas las noches. Nunca dejen de besarlos. No se nieguen el placer de abrazar a sus hijos. Es inmensa la alegría de poder dar un abrazo. Mi dolor sólo lo alivia la esperanza de que algún día podré abrazar a mi hijo. Esa es mi fortaleza: la seguridad de que me recuperaré..." Luis Fernando Montoya.

Si su hijo le pidiera hoy 5 consejos, ¿cuáles le daría?

Estudiar, valorar, ayudar, participar, amar...

¿Qué es valorar?

Tener claros conceptos sobre los valores, los principios. Reflexionar en situaciones difíciles o importantes sobre lo que se debe hacer. La vida no es sólo tormentas. No siempre las cosas se ponen tan feas.

domingo, 7 de junio de 2009

Un sueño de políticos honestos

"De una de las más agudas concentraciones de tierra en América Latina se pasó al primer lugar de inequidad en el más desigual de los continentes del mundo.
La contrarreforma está pronta a legalizarse gracias a que el Ejecutivo ha sido conquistado por un Presidente que se identifica como hacendado y quien aspira a controlar la política nacional por varias décadas. El Congreso, entre tanto, cuenta con una desproporcionada representación de la élite terrateniente que viene legislando sistemáticamente a su favor, para legalizar el despojo"

Salomón Kalmanovitz

En Colombia la política es un juego sucio, dominado por gente sin escrúpulos. Puede uno ver una sesión del congreso de la república y el olor que despide es nauseabundo, los inescrupulosos congresistas de éste país se venden al mejor postor, no hay control político, mucho menos principios. La honestidad no es propia de estas personas y peor aún, viven en el realismo mágico propio de éste país donde nada pasa.
¿Cuán tendremos políticos honestos?¿Cuándo se harán leyes honestas?¿Cuándo dejarán de robar los políticos de este país?¿Cuándo se harán cumplir las leyes que se dictan? El contubernio en el país es preocupante, la corrupción es infinita, a ningún colombiano le preocupa el otro, no conozco personas más individualistas que estos políticos. La tierra que es de todos los colombianos, está en manos de unos pocos, ellos se ayudan de las armas, del narcotráfico y hacen leyes para beneficiarse.
Los políticos corruptos y todos sus ayudantes de miseria, tienen su maquinaria tan bien montada que los estúpidos terminan votando por ellos (ojalá fuera votándolos a ellos) y si no lo hacen pueden robarse elecciones, pueden poner a votar a muertos, consiguen los votos con amenazas, la democracia está en peligro, vamos camino a una colombia que tiene un rey y los demás son subditos de ese enviado del dios de ellos....grave, muy grave para el futuro de una democracia...y ese rey tiene un ejército poderoso y una rama judicial comprada y como siempre aquí no pasa nada....un legislativo en sus manos y un ejecutivo que sólo sirve a sus intereses. No conozco un país en el mundo, de los que he visitado, que tenga tantos fanáticos a una religión y a un dios y que en nombre de ese dios y de ese fanatismo perpetúe tantos asesinatos, permita tanta crueldad en todos los lados de la guerra. No defiendo los asesinos de ningún bando, son tan asesinos los de la guerrilla, como los del congreso que permiten leyes que tienen este pueblo cada día más hambriento y a sus empresas con más dinero en sus arcas y en el medio, una cantidad de tibios, dios me lleve dios me traiga.

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

Las leyes fundamentales de la estupidez humana
(basado en Cipolla (1988), Allegro ma non troppo )


Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación

A primera vista esta afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco generosa, o quizá las tres cosas a la vez. Sin embargo, un examen más atento revela de lleno la rotunda veracidad de esta afirmación. Cipolla considera que por muy alta que sea la estimación cuantitativa que se haga de la estupidez humana, siempre quedaremos sorprendidos de forma repetida y recurrente por el hecho de que:

1.personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado resultan ser inequívocamente estúpidas;
2. día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos.

La Primera Ley Fundamental impide la atribución de un valor numérico a la fracción de personas estúpidas respecto del total de la población. Cualquier estimación numérica resultaría ser una subestimación. Por ello en las líneas que siguen se designará la proporción de personas estúpidas en el seno de una población con el símbolo σ.

Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona.

No todos los humanos son iguales ya que unos son más estúpidos que otros. Según Cipolla, el grado de estupidez viene determinado genéticamente por la naturaleza pero no está asociado a ninguna otra característica de raza, sexo, nacionalidad o profesión.

El profesor Cipolla realizó amplios estudios demográficos con muy diversos sectores de la población. Inicialmente afirma haber comprobado que entre los trabajadores "de cuello azul" existía una fracción σ de estúpidos y que esa fracción era mayor de lo que esperaba, con lo que se confirmaba la primera Ley. Sospechando que podía deberse a falta de cultura o a marginalidad social estudió muestras de trabajadores "de cuello blanco" y a estudiantes, comprobando que entre ellos se mantenía la misma proporción. Más sorprendido aún quedó al medir el mismo parámetro entre los profesores de universidad. Decidió por tanto expandir sus estudios hasta la élite de la sociedad, los laureados con el Premio Nobel. El resultado confirmó el poder supremo de la naturaleza: una proporción σ de laureados con el Nobel son estúpidos.



Tercera Ley Fundamental (o de Oro): una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas.

El análisis de costes y beneficios de Carlo M. Cipolla permite clasificar a los seres humanos en cuatro tipos de personas, cada uno de los cuales ocupa un cuadrante en un sistema de coordenadas. Si representamos en el eje de abcisas el beneficio, positivo o negativo, que obtiene el individuo y en el eje de ordenadas el beneficio (+) o coste (-) que causa a los demás, podemos definir y estimar las coordenadas de los siguientes tipos:

*

Desgraciado (D): aquel que se causa un perjuicio a sí mismo, beneficiando a los demás.
*

Inteligente (I): aquel que se beneficia a sí mismo, beneficiando a los demás.
*

Bandido (B): aquel que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando a los demás.
*

Estúpido (E): aquel que causa pérdidas a otros, perjudicándose a la vez a sí mismo.



Distribución de Frecuencia

La mayoría de los individuos no actúa consistentemente. Bajo ciertas circunstancias una persona puede actuar inteligentemente y en otras actuar como desgraciado. La única importante excepción a esta regla es la de las personas estúpidas que normalmente muestran una fuerte tendencia hacia un comportamiento estúpido en cualquier actividad o empresa. Para los demás, podremos calcular su posición en el eje de coordenadas del gráfico 1 como una media de los resultados de sus acciones en términos de costes y beneficios causados sobre sí mismos y sobre los demás. Esta posibilidad nos permite hacer la siguiente digresión:

Consideraremos un "bandido perfecto" aquel que mediante sus acciones obtiene para sí mismo un beneficio igual al coste que origina en los demás. Es el caso del ladrón que roba a otro cien euros sin causarle ningún coste adicional. Esta situación puede ser definida como un "juego de suma cero" en el que el conjunto de la sociedad ni gana ni pierde. El "bandido perfecto" quedaría representado en el eje de coordenadas del gráfico 2 sobre la línea OM que bisecta el cuadrante B.

Sin embargo los "bandidos perfectos" son relativamente escasos. Es más frecuente que haya "bandidos inteligentes" (Bi) que obtienen más beneficios que los costes que causan, o "bandidos estúpidos" (Be), que para obtener algún beneficio causan un coste alto a los demás. Desgraciadamente los bandidos que permanecen por encima de la línea OM son relativamente poco numerosos. Es mucho más frecuente el individuo Be. Ejemplo de este último puede ser el ladrón que destroza los cristales de un coche para robar su radio o el que asesina a alguien para irse con su mujer a pasar un fin de semana en Montecarlo.



El poder de la estupidez

Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de un bandido. Las acciones de un bandido siguen un modelo de racionalidad. El bandido quiere obtener beneficios. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener beneficios para sí procurando también beneficios a los demás, deberá obtener su beneficio causando pérdidas a su prójimo. Ciertamente, esto no es justo, pero es racional, y siendo racional, puede preverse. En definitiva, las relaciones con un bandido son posibles puesto que sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones pueden preverse y, en la mayoría de los casos, se puede preparar la oportuna defensa.

Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo racional de prever si, cuando, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.

Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, es lógico pensar que tienen todas las de ganar porque:

1.

generalmente el ataque nos coge por sorpresa.
2.

incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.

El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Y hay que tener en cuenta también otra circunstancia: la persona inteligente sabe que es inteligente; el bandido es consciente de que es un bandido y el desgraciado incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Pero al contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido y esto contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder devastador.



Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.

No hay que asombrarse de que las personas desgraciadas e incautas, es decir, las que en los gráficos 1 y 2 se sitúan en el cuadrante D, no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni los bandidos consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez. Es extremadamente difícil explicar por qué sucede esto. Se puede tan sólo formular la hipótesis de que, a menudo, tanto los inteligentes como los bandidos, cuando son abordados por individuos estúpidos, cometen el error de abandonarse a sentimientos de autocomplacencia y desprecio en lugar de preparar la defensa y segregar inmediatamente cantidades ingentes de adrenalina ante tamaña situación de peligro.

Uno de los errores más comunes es llegar a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto no es más que confundir la estupidez por la candidez de los desgraciados.

A veces hasta se puede caer en la tentación de asociarse con un individuo estúpido con el objeto de utilizarlo en provecho propio. Tal maniobra no puede tener más que efectos desastrosos porque:

a) está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la estupidez y
b) da a la persona estúpida la oportunidad de desarrollar sus capacidades aún más allá de lo originalmente supuesto. Uno puede hacerse la ilusión de que está manipulando a una persona estúpida y, hasta cierto punto, puede que incluso lo consiga, pero debido al comportamiento errático del estúpido, no se pueden prever todas sus acciones y reacciones y muy pronto uno se verá arruinado y destruido sin remedio.

A lo largo de los siglos, en la vida pública y privada, innumerables personas no han tenido en cuenta la Cuarta Ley Fundamental y esto ha ocasionado pérdidas incalculables.



Macroanálisis y Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe.

Las consideraciones finales de la Ley cuarta nos conducen a un análisis de tipo "macro", según el cual, en lugar del bienestar individual, se toma en consideración el bienestar de la sociedad, definido, en este contexto, como la suma algebraica de las condiciones del bienestar individual. Es esencial para efectuar este análisis una completa comprensión de la Quinta Ley Fundamental. No obstante, es preciso añadir que de las cinco leyes fundamentales, la Quinta es, de largo, las más conocida.

El corolario de la ley dice así:

El estúpido es más peligroso que el bandido.

La formulación de la ley y el corolario son aún del tipo "micro". Sin embargo, tal como hemos anunciado anteriormente, la ley y su corolario tienen profundas implicaciones de naturaleza "macro". Si todos los miembros de una sociedad fuesen bandidos perfectos, la sociedad quedaría en una situación estancada pero no se producirían grandes desastres. Todo quedaría reducido a transferencias masivas de riqueza y bienestar. Pero cuando los estúpidos entran en acción las cosas cambian completamente. La personas estúpidas ocasionan pérdidas a otras personas sin obtener ningún beneficio para ellas mismas y, por consiguiente, la sociedad entera se empobrece.

El gráfico 3 muestra un sistema de clasificación simple entre las acciones que causan beneficio o perjuicio a la sociedad como un todo. Toda actividad representable a la derecha de la línea NOM implica una redistribución con beneficio social neto, mientras que las actividades que caen a la izquierda o debajo de dicha línea implican pérdidas sociales netas.

El profesor Carlo M. Cipolla, erudito historiador que ha investigado intensamente la sociedad clásica romana, la sociedad medieval y muchas otras de la antigüedad, está perfectamente cualificado para afirmar, como hace, que el coeficiente σ es una constante histórica. ¿Por qué entonces unas sociedades prosperan y otras entran en decadencia? Depende exclusivamente de la capacidad de los individuos inteligentes para mantener a raya a los estúpidos.

Más aún: en las sociedades en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos sigue siendo igual a σ; sin embargo, en el resto de la población Cipolla observa, sobre todo entre los individuos que están en el poder, una alarmante proliferación de bandidos con un elevado porcentaje de estupidez. Y entre los que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de los desgraciados incautos. Tal cambio en la composición de la población de los no estúpidos es el que refuerza inevitablemente el poder destructivo de la fracción σ y conduce al país a la ruina.

Tomado de: http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Cipolla.htm

La estupidez humana y el fanatismo

“Tengo la firme convicción, avalada por años de observación y experimentación, de que los hombres no son iguales, de que algunos son estúpidos y otros no lo son.” Carlo Cipolla

LAS LEYES FUNDAMENTALES DE LA ESTUPIDEZ HUMANA


1. La Primera Ley Fundamental: " Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
2. La Segunda Ley Fundamental: " La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
3. La Tercera Ley Fundamental: " Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
4. La Cuarta Ley Fundamental: " Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".
5. La Quinta Ley Fundamental: " La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado".

La sexta ley fundamental: "Nunca un estúpido sabe que lo es, no tiene sospecha ni capacidad de autocrítica como para auto-observarse y tomar medidas frente a su estupidez.
CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DE PERSONAS

Todos los seres humanos están incluidos en una de estas cuatro categorías fundamentales: los incautos, los inteligentes, los malvados y los estúpidos.

Los Incautos: Podemos recordar ocasiones en que un individuo realizó una acción (es decisivo que sea él quién la inicie), cuyo resultado fue una pérdida para él y una ganancia para nosotros: habíamos entrado en contacto con un incauto.

Los Inteligentes: Igualmente nos vienen a la memoria ocasiones en que un individuo realizó una acción de la que ambas partes obtuvimos provecho: se trataba de una persona inteligente.

Una persona inteligente puede alguna vez comportarse como una incauta, como puede también alguna vez adoptar una actitud malvada. Pero, puesto que la persona en cuestión es fundamentalmente inteligente, la mayor parte de sus acciones tendrán la característica de la inteligencia.

En determinadas circunstancias una persona actúa inteligentemente, y en otras circunstancias esta misma persona puede comportarse como una incauta. La única excepción importante a la regla la representan las personas estúpidas que, normalmente, muestran la máxima tendencia a una total coherencia en cualquier campo de actuación.

Los Malvados: Todos nosotros recordamos ocasiones en que, desgraciadamente, estuvimos relacionados con un individuo que consiguió una ganancia causándonos perjuicio a nosotros: nos encontramos frente a un malvado.

Existen diversos tipos de malvados; el malvado perfecto es aquél que con sus acciones causa a otro pérdidas equivalentes a sus ganancias. Otro tipo de malvados son aquellos que obtienen para sí ganancias mayores que las pérdidas que ocasionan en los demás, esos son deshonestos y con un grado elevado de inteligencia, pero la mayoría de los malvados son individuos cuyas acciones les proporcionan beneficios inferiores a las pérdidas ocasionadas a los demás. Este individuo se situará muy cerca del límite de la estupidez pura.

Los Estúpidos: Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones.

Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad no existe explicación -o mejor dicho- solo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida.

La mayoría de las personas estúpidas son fundamentalmente y firmemente estúpidas, en otras palabras, insisten con perseverancia en causar daños o pérdidas a otras personas sin obtener ninguna ganancia para sí, sea esto positivo o negativo. Pero aún hay más. Existen personas que con sus inverosímiles acciones, no solo causan daños a otras personas, sino también a sí mismos. Estas personas pertenecen al género de los superestúpidos.

EL PODER DE LA ESTUPIDEZ
Como ocurre con todas las criaturas humanas, también los estúpidos influyen sobre otras personas con intensidad muy diferente. Algunos estúpidos causan normalmente perjuicios limitados, pero hay otros que llegan a ocasionar daños terribles, no ya a uno o dos individuos, sino a comunidades o sociedades enteras. La capacidad de hacer daño que tiene una persona estúpida depende de dos factores principales: del factor genético y del grado de poder o autoridad que ocupa en la sociedad.

Nos queda aún por explicar y entender qué es lo que básicamente vuelve peligrosa a una persona estúpida; en otras palabras en qué consiste el poder de la estupidez.
Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido.
Una persona inteligente puede entender la lógica del malvado. Las acciones de un malvado siguen un modelo de racionalidad: racionalidad perversa, si se quiere, pero al fin y al cabo racionalidad. El malvado quiere añadir un "más" a su cuenta. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener un "más" para sí, procurando también al mismo tiempo un "más" para los demás, deberá obtener su "más" causando un "menos" a su prójimo.
Desde luego, esto no es justo, pero es racional, y si es racional uno puede preverlo.
Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo, y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.

Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que generalmente el ataque nos coge por sorpresa incluso cuando se tiene conocimiento del ataque no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo carece de cualquier tipo de estructura racional.

El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Hay que tener en cuenta también otra circunstancia. La persona inteligente sabe que es inteligente. El malvado es consciente de que es malvado. El incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Al contrario de todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido. Esto contribuye poderosamente a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora.

Con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, el estúpido aparecerá de improviso para echar a perder tus planes, destruir tu paz, complicarte la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente.
No hay que asombrarse de que las personas incautas, generalmente no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni las malvadas consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez.
Generalmente, se tiende incluso a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto significa que se está confundiendo la estupidez con la candidez.

SOCIEDAD Y ESTUPIDEZ

Sería un grave error creer que el número de estúpidos es más elevado en una sociedad en decadencia que en una sociedad en ascenso. Ambas se ven aquejadas por el mismo porcentaje de estúpidos. La diferencia entre ambas sociedades reside en el hecho de que en la sociedad en declive los miembros estúpidos de la sociedad se vuelven más activos por la actuación permisiva de los otros miembros.
Un pais en ascenso tiene también un porcentaje insólitamente alto de individuos inteligentes que procuran tener controlada a la fracción de los estúpidos, y que, al mismo tiempo, producen para ellos mismos y para los otros miembros de la comunidad ganancias suficientes como para que el progreso sea un hecho.
En un país en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos sigue siendo igual; sin embargo, en el resto de la población se observa, sobre todo entre los individuos que están en el poder, una alarmante proliferación de malvados con un elevado porcentaje de estupidez y, entre los que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de los incautos.

EL gran maestro que me enseñó y ya está de viaje por el centro de la Galaxia. http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/udea-noti...