lunes, 24 de diciembre de 2018

Calmando las aguas del espíritu

Espíritu: (Del latín “spiritus”, literalmente: soplo, aire finísimo, hálito, aliento, olor.) Concepto que, en el amplio sentido de la palabra, es idéntico a los conceptos de lo ideal, de la conciencia como forma suprema de la actividad psíquíca; en el sentido estricto del término, es equivalente al concepto de pensamiento.

Aquí estoy mirando el mundo  y su recorrido, mi sentido del mundo se realza cuando aprecio la belleza, la bondad y la sabiduría humanas. En un extraño momento siento como puede cambiar ese aprecio del mundo, por algo fantasmagórico y cruel que se forma cuando se consume alcohol o alguna sustancia psicoactiva. 

Me gusta sentir el mundo libre, claro, diáfano de pensamiento, llevando sobre mí la carga de mis pensamientos, conectado con el sentido de la vida, no hay bruma cuando esa conexión se realiza a través de la belleza, aprecio los instantes en que leo y estudio detenidamente la forma como se vive. 

Es una proeza estar aquí y ahora, a algunos hombres nos abruman los pensamientos, no se aquieta el espíritu, se acelera la razón, en esos momentos extraños es cuando la meditación, el agradecimiento, el listado de cosas bellas que nos acompañanan, nos hacen ver que nuestra vida tiene sentido.

El azar siempre ha sido para mí un misterio, la probabilidad de existir, de estar, la conciencia, que como empecé esta entrada, empieza con el espíritu o se denomina lo mismo, el soplo de vida que da sentido a la existencia. Veo las nubes y al azul de esta ciudad, su maravilloso clima, las reuniones que se harán, el recocijo de navidad que envuelve a todo el país, vivirla aquí es hermoso, se siente un aire de vida y ternura, sólo opacada por mucho alcohol en algunos casos, el mío no lo es. 

He aprendido en medio de grandes líos como se nubla la conciencia con una botella, de que forma se acaba la vida de seres queridos por medio del virtuoso elixir, no es mi caso, ya sé como se pasa la vida de forma maravillosa cuando el espíritu encaja perfectamente dentro del cuerpo, cuando los pensamientos son diáfanos. 

Hoy 24 de Diciembre estoy feliz en este lado del Universo, tranquilo, llevando poco a poco el peso de mis pensamientos y concentrado en algunas tareas fundamentales: vivir un día a la vez, tomar con calma cada momento y disfrutar de cada segundo de tiempo, como decía mi maestro Niko Kazantzakis, tiempo, sólo tiempo pido y salud para tener la mayor de las riquezas, todo lo demás son ilusiones.
 

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EL gran maestro que me enseñó y ya está de viaje por el centro de la Galaxia. http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/udea-noti...