jueves, 16 de julio de 2009

El 20 de julio de 1969, Aldrin pasó a la Historia junto a Neil Armstrong por haber sido el primer hombre en poner un pie en La Luna

Edwin Buzz Aldrin siempre fue un hombre brillante. Se graduó en el tercer puesto de su promoción en la Academia de West Point, recibió un Doctorado en Ciencias del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y también demostró ser un excelente piloto.

Aldrin fue un pionero no sólo como astronauta, sino también con su manera de afrontar y reconocer públicamente sus problemas con la depresión y el alcohol. Tanto su madre como su abuelo se suicidaron, y en 1972 escribió un artículo en 'Los Angeles Times' en el que desveló que había tenido que ser hospitalizado por culpa de una grave depresión, y la franqueza con la que habló de sus problemas mentales en su primer libro de memorias, 'Regreso a la Tierra', llevó a que en 1974 le nombraran director de la Asociación Nacional de Salud Mental en Estados Unidos. Aldrin tenía 39 años cuando volvió de la Luna, y parece haber sufrido un vacío psicológico ante la pregunta «¿Y ahora qué?» después de su aventura espacial.

Pero lo que más irrita a Aldrin es el hecho de que sigan existiendo escépticos que aún cuestionan que él y sus compañeros del programa Apolo pisaran la Luna. En 2002, llegó a pegarle un puñetazo a un tal Bart Sibrel que intentó obligarle a jurar sobre una Biblia que la llegada a la Luna no era una farsa. Ya se lo toma con un poco más de filosofía, pero aún así siento pavor cuando le pregunto por este tema. Su respuesta es tajante: «Es fácil decir estas cosas, y todo eso refleja la fascinación humana por lo extraño, lo inusual, lo místico, pero creo que la mejor respuesta es señalar lo vergonzoso que resulta ser tan crédulo, de dejarse engañar por teorías tan extravagantes y fraudulentas».

Y como dijo Aldrin, la misión del Apolo 11 fue, y será siempre, «un símbolo de la insaciable curiosidad del hombre para explorar lo desconocido».

ofreció su receta para los nuevos responsables de la era Obama: "Más Marte y menos Luna". Su teoría es que "Marte tiene mucho más que ofrecernos que La Luna. Es mucho más parecida a La Tierra. Tiene una atmósfera y un ciclo día-noche muy similar al nuestro. También hay estaciones. Rusia está todavía barajando la posibilidad que a través de los agujeros de Marte se pueda acceder agua o hielo".

Aldrin sabe lo que es viajar la infierno. Después del boom del Apolo 16, tuvo problemas con el alcohol y la depresión. "Heredé de la familia de mi madre mis brotes depresivos. Su padre se suicidó y ella también se suicidó una año antes de mi viaje La Luna".

En su reciente autobiografía, Magnificent desolation: the long journey home from moon, Aldrin explora lo que sucedió desde que el 24 de julio de 1969, cuatro días después de haber sido escrutados por centenares de millones de espectadores, la misión amerizó en el océano Pacífico, y que resume en tres palabras: infidelidad, depresión y alcoholismo. Una época oscura que no superó hasta 1978, según admite el propio Aldrin en las páginas del libro, gracias sobre todo a la ayuda de Alcohólicos Anónimos, cuyas reuniones sigue atendiendo cuando su agenda se lo permite.

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EL gran maestro que me enseñó y ya está de viaje por el centro de la Galaxia. http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/udea-noti...