martes, 31 de marzo de 2009

Respuestas acerca del cerebro

¿Qué es el cerebro?

RODOLFO LLINÁS Un sistema cerrado en permanente actividad, capaz de construir imágenes del mundo exterior, pero siempre con base en su propia existencia.

¿De dónde viene esa existencia propia?

Es producto de siglos de evolución. El de un niño al nacer está organizado, con capacidad de ver, de oír, de oler, de sentir, sin que nadie se lo haya enseñado; también, de adquirir los fonemas necesarios para hablar cualquier idioma, lo que pasa es que el entorno social y la educación se encargan de que se privilegie uno o unos.

¿Cuál es la función principal del cerebro?

Solo los animales que se mueven necesitan cerebro; en ellos el movimiento se requiere para sobrevivir. En tal sentido, la función del cerebro es predecir los resultados de esos movimientos.

¿Y qué papel juegan los sentidos?

El cerebro percibe lo que necesita y le da placer; los sentidos le envían información para que haga representaciones virtuales del mundo real, útiles para sobrevivir.

Si en el cerebro todo es virtual, ¿por qué hay respuestas comunes al mundo externo?

La evolución nos ha dado también imágenes estándar colectivas, por eso muchas cosas se ven iguales para todos. El amarillo, por ejemplo, es el mismo color para todo el mundo; eso permite que la sociedad tenga unos necesarios referentes universales.

En ese sentido, ¿qué es la conciencia?

La conciencia, como las emociones y el yo, son estados funcionales del cerebro. Las neuronas tienen oscilaciones, vibraciones, que forman una especie de danza; dependiendo del sitio en que se produzcan generan pensamientos, emociones y la conciencia. La simultaneidad de esta actividad neuronal es la base de la cognición.

¿Qué es, entonces, la enfermedad mental?

Es una pérdida de ritmo en estas danzas u oscilaciones.

¿Y el sentido del bien y del mal?

Funcionalmente eso no existe para el cerebro; este no discrimina entre uno y otro.

Si lo que somos se explica desde lo biológico, ¿dónde queda la individualidad?

La genética, la sociedad y la educación son determinantes en la resultante de esas oscilaciones. Eso es lo que nos hace únicos; ni siquiera dos gemelos idénticos expresan de la misma forma los estados funcionales del cerebro.

¿Las neuronas se regeneran?

Parece que hay algunas en el hipocampo que se regeneran, pero no se sabe su importancia para el funcionamiento del cerebro.

¿El cerebro se deteriora con el tiempo?

Sí, nunca se es tan inteligente como se fue de joven.

¿Puede evitarse ese deterioro?

Es posible atenuar ese proceso manteniendo un cuerpo sano, bien nutrido y evitando excesos y sustancias como el alcohol y las drogas. También es necesario mantener activo el cerebro: hay que pensar el mundo, leer, meditar. Lo que no se usa se deteriora.

¿Hay un alimento especial para el cerebro?

Basta la comida sana. Nadie se ha vuelto inteligente
tomando cosas para el cerebro.

¿En Colombia se educa el cerebro de los niños?

No. Los procesos educativos están estructurados sobre el saber, que es conocer muchas cosas. Debería ser sobre el entender, es decir poner todo en contexto. Los datos sueltos no sirven para nada..

El mundo requiere neuroeconomistas

"El problema de la economía es gravísimo, porque está basada sobre el concepto del valor, que está determinado por el cerebro, al igual que la demanda. Estos elementos no puede regirse por leyes externas que puedan predecir con exactitud las variaciones a futuro", dice Rodolfo Llinás.

El científico colombiano considera, por esa razón, que para hacer economía seriamente sería necesaraio recurrir a neuroeconomistas para entender, lo mejor posible, los marcos neuronales que determinan el valor y la pérdida de control en la necesidad compulsiva de acaparar dinero.

Llinás lo ilustra con un ejemplo: "Al oro, que es un metal, la gente le da mucho valor, pero este es ficticio, lo mismo que su color amarillo. En contraste al aire, que es indispensable para vivir, no se le da valor porque siempre está disponible".

Llinás considera inconcebible que haya gente con 60 billones de dólares en el banco, mientras hay seres que se mueren por centavos.

Tomado de:
http://www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/el-cerebro-su-funcion-y-como-se-forman-los-pensamientos-explica-rodolfo-llinas_4922448-1

miércoles, 25 de marzo de 2009

Psicología del colombiano típico

En general los colombianos viven la cultura del realismo mágico, en la que creen que todo es posible, los colombianos son demasiado confiados, les gusta vivir en comunidad y apegados a la familia, ven las pertenencias materiales como medios de superación y aceptación social. Les gusta "echar raíces" y son reacios a cambios bruscos,les gusta que los manden y tienen necesidad de autoridad y de seguir normas y reglas, esto explica los altos índices de popularidad que tienen algunos gobernantes.

Dos valores que rigen a los colombianos en su incosciente son el apego y la imaginación ó el idealismo, creen que todo se puede dar y tienen excesiva confianza en la gente, son un pueblo de muchas creencias rituales y religiosas, hablan de una malicia indígena que sirve para todo, en ella engloban todo lo bueno y lo malo y por ella se saltan las normas y se creen avivatos.
Siempre creen que hay algo más allá de lo racional que puede ayudar a solucionar las situaciones, son una cultura imaginaría.

Tienen una necesidad fuerte de búsqueda de escape, buscan momentos que lo saquen de la realidad, buscan estos momentos para eximirse de deberes y salir de la cruda realidad que no saben afrontar, buscan rumbas, carnavales, entretenimiento y se gastan hasta el último centavo sin importar que la situación empeore.

El colombiano le da mucha importancia a lo que se pone y como se ve. Tiene una alta valoración de la imagen y la apariencia física, exalta su estética para obtener "seguridad en sí mismo". es capaz de aguantar hambre y necesidades para comprarse el último celular de moda, el televisor más promocionado, la ropa de marca y los tennis que impresionen a sus conocidos.

El 87% del total de los colombianos viven en el estrato 1, 2 y 3 y este número mágico es felíz viviendo así, porque se glorian de ser uno de los paises más felices del mundo, su realismo mágico los lleva a pensar: "aquí nunca pasa nasa". En general eligen las mismas ratas para los puestos públicos, les gusta la corrupción, soportan sin problema el robo, no respetan las normas. Todos desean poseer una moto, la mujer más bella ó el traqueto más cotizado del barrio. No se preguntan nada, son perezosos para el estudio, no les gustan los objetivos a largo plazo, son inmediatistas, nada que conlleve mucho estudio ó mucho trabajo. Si inician una empresa quieren resultados inmediatos, desean ganancias prontas, no perserveran en su trabajo. Su máximo ideal en la vida es tener un trabajito de obreros que les solucione los problemas del diario vivir, no tienen un gran apego al trabajo constante. Quien se dedica con ahínco, estudia y trabaja duro progresa en el país, los demás viven al diario.

El colombiano se suele quejar por todo, pero no hace nada para solucionarlo, se queja del sistema político, se queja de la justicia, pero elige con su voto la misma rata de congresista, alcalde que le prometió un puesto ó gobernador que nada hace. Cuando asesinan a alguien sólo dice: "por algo lo matarían" pero no se precupa por la dignidad ó los derechos humanos. Le gustan las fuerzas oscuras de la democracía, apoya la ultraderecha ó la ultraizquierda. Es una persona que no suele leer, por tanto no tiene una gran cultura de diversos temas. A él con las noticias de la televisión le basta, su mundo se reduce al barrio donde vive, es morboso y le encanta ver noticias crueles ó que a su vecino le vaya muy mal...

lunes, 23 de marzo de 2009

"La Tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no su codicia" Gandhi

En estos momentos en el mundo existe una ciudad sostenible ecológicamente:

Construida sobre una antigua zona portuaria de Estocolmo, SymbioCity es el primer ejemplo de urbanización capaz de mantenerse a sí misma.

Con el apoyo del Gobierno sueco y la colaboración de más de un centenar de empresas, SymbioCity ha empezado a dar resultados. En menos de cinco años, el impacto medioambiental se ha reducido en más de un 50%. La clave ha sido un pormenorizado estudio de las sinergias. Por un lado se han aprovechado las distintas fuentes de energía natural. La solar, por medio de paneles integrados en cada vivienda; la eólica, con un parque de molinos de viento; y la hidráulica, como parte del diseño del espacio a través de canales que recogen el agua de lluvia y la llevan por toda la ciudad.

Por otro, se ha definido una cadena de tratamiento de residuos a largo plazo. De este modo, por ejemplo, "la basura orgánica de cada hogar se recicla en biosólidos que más tarde servirán de abono para las plantas. De estas plantaciones se extraerá biofuel que, después de su tratamiento, volverá a la casa transformado en energía calorífica y electricidad en tan sólo unos meses", explica Freudenthal. El consumo de agua también se ha reducido. Frente a los 200 litros al día que suele consumir una persona, el rango actual se sitúa entre los 100 y los 150 litros, aunque la tendencia es bajar este margen aún más.
"Desde 1995 hemos podido comprobar cómo nuestra curva de desarrollo ha seguido creciendo mientras que la de las emisiones se quedaba estancada. Esto nos lleva a desmentir que el desarrollo económico de un país no sea compatible con un modelo sostenible", señala Wieslander. "Primero empezamos a tratar los problemas medioambientales de forma aislada, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que las diferentes soluciones estaban conectadas y que la mejor forma de abordarlas era siguiendo un plan de acción común".

Hace tan sólo unos años era impensable pescar en las aguas que bordean Estocolmo. "Hoy no sólo es posible, sino que además se puede encontrar uno de los mejores salmones", apunta el secretario de Estado. Una de las iniciativas de más éxito, promovida por el ayuntamiento de la capital sueca, ha sido la sustitución de todos los autobuses por otros más modernos alimentados con bioetanol. "Con medidas como esta, de un 80% de consumo de combustible fósil, se ha llegado al la cifra actual, que ronda el 3% en todo el país". Este avance ha supuesto una reducción de un 60% en las emisiones de CO2, aunque también ha traído consigo un inevitable desarrollo de la energía nuclear.

En SymbioCity el ejemplo es más concreto. El 80% de los desplazamientos de sus 26.000 habitantes se hacen a pie, en bicicleta o en transporte público, un tranvía eléctrico que recorre la calle principal. En este barrio se ha conseguido reducir en un 40% el uso del coche privado. Primero, planeando un diseño que mantuviese todos los servicios a mano, lo suficientemente cerca como para que no fueran necesarios grandes trayectos. Después, fomentando iniciativas como Carpool, una empresa de alquiler de vehículos no contaminantes por horas que cuenta ya con 450 socios entre los vecinos.

La construcción de SymbioCity supuso una inversión inicial de cuatro mil millones y medio de euros. Hoy el precio de una vivienda de 80 metros se sitúa alrededor de los 400.000 euros, ligeramente por encima de la media de toda la ciudad. El alquiler mensual ronda los 850 y los 1.100 euros, dependiendo de los extras de la casa. La inversión, sin embargo, se rentabiliza con el ahorro energético. De hecho la mayoría de sus habitantes son jóvenes parejas de clase media con hijos que se han mudado desde otras zonas de Estocolmo y que han hecho también suya la máxima de Mahatma Gandhi que describe el espíritu de la ciudad: "La Tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no su codicia".

Tomado de:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/nueva/ciudad/sostenible/elpepusoc/20090323elpepusoc_5/Tes

domingo, 22 de marzo de 2009

"Sólo las bestias y los imbéciles no dudan ni cambian nunca de opinión" Héctor Abad Faciolince

Estoy viviendo un una sociedad enferma. Hace poco pasaron dos hordas de hinchas furibundos de Medellín y Nacional, cual de todos más destemplado, más famélico y más fanático. Daba grima ver sus vestimentas, pasaron cerca a la casa, tiraron papas bomba, crearon pánico. ¿Un simple partido de fútbol, un simple color, un simple juego generan tanta violencia en esta horda de fanáticos? Recuerdo una vez que iba con mi esposa y mi hija en el carro, por casualidad y por vías cerradas tomamos la calle del estadio, el Medellín estaba sumido en la crisis y sus fanáticos salieron protestando, tirando papas bomba, gritaban, golpeaban el carro, cuando menos pensé estaba metido en medio de una horda de bestias, cada uno golpeando lo que encontraba, cada uno soltando su frustración como el niño que golpea la mesa...ellos no dudan, ellos no cambian, los de Nacional son iguales, gente ignorante, que no duda, que no distingue entre un simple juego y la vida, el valor de la vida..una sociedad enferma, llena de fanáticos por la política, creyentes de medio pelo, cristianos de todas las pelambres hasta los tuétanos, de esos que no saben que hacen en este mundo. Si uno no es parte de la solución, entonces no debe ser parte del problema..peor aún enfermos porque la sociedad no habla, no protesta, al parecer no dudan, no cambian de opinión, para ellos todo está bien así...
¿Cómo podemos crear seres humanos más normales, menos fanáticos, más respetuosos y personas que se den cuenta que la violencia no tiene sentido? Un simple color, que es una sensación óptica y por esa simpleza se hacen daño...salgamos de esta enfermedad, dudemos, estudiemos, trabajemos por sacar este país adelante y eso se logra cuando somos parte de la solución y dejamos de lado nuestros comportamientos de bestia.

viernes, 20 de marzo de 2009

AL ATLETA - Marciano Durán (Escritor Uruaguayo)

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A L A T L E T A

(ESOS LOCOS QUE CORREN)

Yo los conozco.
Los he visto muchas veces.
Son raros.
Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.
Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.
Están locos.
En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso.
En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.
Yo los he visto.
Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan y corren, corren y corren.
Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.
Yo los he visto.
No están bien de la cabeza.
Usan tenis con camaras de aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo.
Están tratando de ganarle a alguien.
Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una bolsa de agua para refrescarse… y siguen.
Se inscriben en todas las carreras… y ganan algunas o ninguna.
Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes.
Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones.
El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.
Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años.
Son hombres y mujeres.
No están bien.
Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás.
Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño.
Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles.
Son sus referencias de carrera: “Cinco que corren parecido a mí”.
Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.
Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje.
Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece.
Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.
Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.
Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.
No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta.
No las preparan…son parte de ellos.
El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.
Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido.
¡Qué ganaron una vez más!
No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar.
Son raros.
Se inventan una meta en cada carrera.
Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.
Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.
Los he visto pasar.
Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen.
A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.
¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?
Están locos.
Yo los conozco bien.
Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo.
Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.
Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “Llegué -Tarea Cumplida”.
Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes.
Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos.
Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.
Los he visto muchas veces.
Están mal de la cabeza.
Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.
Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.
Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10.
Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.
Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.
Están mal.
-Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde.
-Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.
Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.
Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.
Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.
Dicen que la gente no se aguantan tanto silencio.
Dicen que ellos lo disfrutan.
Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.
Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.
Están mal de la cabeza.
Yo los he visto.
Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.
En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.
Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.
Pican, frenan y vuelven a picar.
Me parece que quieren ganarle a la muerte.
Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.
Están completamente locos.

Marciano Durán
(Escritor Uruguayo)

sábado, 7 de marzo de 2009

El orgasmo visto científicamente

"Lo más interesante que encontramos fue que durante el orgasmo todas las regiones del cerebro relacionadas con el miedo o la alerta se apagan, y esto es algo que nunca habíamos visto". (Gerst Holstege, de la Universidad de Groningen, en Holanda, conclusión basada en un examen con un escáner de emisión de positrones (TEP) en los cerebros de 13 mujeres y 11 hombres cuando experimentaban un orgasmo).

El orgasmo produce una especie de trance; nos aleja del miedo y de la ansiedad, y en el momento del clímax sobreviene una especie de apagón momentáneo del cerebro.
Hay sutiles aunque importantes diferencias entre los orgasmos de ellos y ellas. En las mujeres, el apagón es mucho más acusado que en los hombres, aunque en estos últimos los centros del miedo también se desactivan.
Parte del experimento consistía en pedirles a ellas que fingiesen. "Obviamente, en los hombres no fue difícil determinar si alcanzaban un orgasmo o no, pero en las mujeres no es un asunto fácil, ya que podían fingirlo", dice Holstege. El escáner cazó la mentira. ¿Qué ocurre en el cerebro de una mujer cuando miente así? "Se activó la región del córtex motor que controla voluntariamente el movimiento pélvico. En realidad, esta región no se enciende cuando un orgasmo es real".
En el hombre, uno de los aspectos menos comprendidos es la eyaculación. Al parecer, el cerebro no se ve envuelto a la hora de enviar la señal específica al pene para que el semen salga disparado. Los expertos se inclinan por pensar que es un fenómeno que depende de un reflejo nervioso de la médula espinal. Un tipo de neuronas llamadas espinotalámicas, localizadas en la región lumbar, tienen la llave: si se estimulan, provocan eyaculaciones en las ratas en casi el cien por cien de las veces. Sin embargo, es cierto que la voluntad consciente por parte del hombre es capaz de retrasar la eyaculación, por lo que el cerebro debe cumplir algún papel antes de que se produzca el fenómeno. Así que, desde el punto de vista científico, la búsqueda de un centro del orgasmo masculino en el cerebro continúa eludiendo los esfuerzos de los científicos.En el hombre el orgasmo es breve, dura unos segundos, tras los cuales necesita un periodo de descanso para volver a empezar el ciclo. Algunos estudios sugieren que algunos hombres son capaces de sentir orgasmos múltiples -sin que tenga lugar la eyaculación-, llamados "orgasmos en seco".
Pero quizá donde más mitos se han vertido es sobre el pene humano y su tamaño. La longitud del pene humano en reposo puede ser muy variable entre individuos; sin embargo, en erección, esta diversidad se reduce notablemente. Por otra parte, en los gorilas, el pene apenas sobrepasa los tres centímetros, mientras que en el hombre mide unos doce centímetros. ¿Por qué esa discordancia entre tamaño de cuerpo y longitud? ¿Por qué el pequeño ser humano tiene un pene tan desproporcionado? Una hipótesis sería que un pene más grande es capaz de proporcionar más placer a la mujer al permitir mayores posturas copulatorias, lo que no deja de tener su base. Sin embargo, y de acuerdo con Jared Diamond, profesor de Geografía de la Universidad de California en Berkeley, en su obra Why sex is fun (Por qué el sexo es divertido), los orangutanes son capaces de dejar en ridículo al hombre en cuanto a posturas sexuales con un miembro mucho más pequeño: el acto puede durar hasta quince minutos, en comparación con los cuatro minutos de media en los humanos.
El orgasmo en la mujer puede durar entre veinte segundos y dos minutos. Hay una diferencia sustancial con el masculino: ella no lo necesita para producir un óvulo ni para tener hijos, mientras que en el hombre, el orgasmo es una estación obligatoria para que se produzca la eyaculación, y por tanto, indispensable para la transferencia de genes.

Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo se producen unos 100 millones de actos sexuales cada 24 horas. Visto lo visto, parecería estúpido preguntar por qué las mujeres tienen orgasmos. En realidad, tendríamos que reformular la cuestión: ¿por qué, según las estadísticas, solamente el 25% de las mujeres experimentan un orgasmo durante el acto sexual? Sólo hay respuestas parciales. El sexólogo Stuard Brody, de la Universidad West Scotland, descubrió que las chicas que se contoneaban al andar experimentaban más orgasmos vaginales que las que no (Journal of Sexual Medicine). Y encuestas realizadas en mujeres gemelas sugieren que la variabilidad de los orgasmos podría tener raíces genéticas en un 45%. Los genes supuestamente responsables aún no han salido a la luz.

Hasta la fecha, los estudios científicos no han descubierto evidencias que relacionen la fertilidad de una mujer con su capacidad de sentir un orgasmo.

La represión del deseo sexual impuesta por las religiones ha operado en la sociedad occidental durante los cuatro o cinco últimos siglos hasta la década mítica de los años sesenta. De acuerdo con Muchembled, esta represión puede haber funcionado como una fuerza dinámica que ha hecho posible la sociedad moderna con sus economías capitalistas. ¿Cómo es posible? En lo que se refiere a la gestión del orgasmo y el sexo antes del siglo XVI, "la sociedad era en realidad muy abierta y libre, y ocurrió igualmente durante la Edad Media", comentó recientemente este historiador al programa de radio de la BBC Thinking allowed. "Quiero decir que por entonces había una gran cantidad de bastardos y sexo fuera del matrimonio, y que no había represión contra la sodomía ni contra la bestialidad (actos sexuales con animales)". A mediados del siglo XVI esta represión empieza a tomar forma mediante los nuevos crímenes sexuales creados por el poder. "La brujería estaba relacionada con la sexualidad, ya que las brujas se supone que hacían el acto sexual con los demonios". Se empezó a castigar duramente la sodomía en toda Europa. En 1660, por ejemplo, un joven escritor francés que producía relatos pornográficos fue obligado a pedir perdón enfrente de la catedral de Notre-Dame antes de que se le cortara la mano derecha. Luego fue quemado vivo.

Estos crímenes sexuales iban contra el poder de los reyes o de la Iglesia, pero al mismo tiempo crearon una tensión entre la libido y el deseo del individuo que chocaba frontalmente con los designios de estos poderes. A finales del siglo XIX, por ejemplo, los doctores aseguraban que si una persona se masturbaba, seguramente moriría "en unos cuantos meses", algo que hizo que William Gladstone, que llegaría a ser primer ministro británico en 1968, admitiera el onanismo en su época de estudiante y creyera que "iba a perder la vida", según Muchembled. Toda esta energía asociada al impulso sexual fue enfocada hacia la creatividad artística, cultural y económica en la que se enraíza el capitalismo y la separación de la influencia de la religión en las sociedades -la secularización-, según la fascinante conclusión de este historiador: todo un esquema freudiano retroactivo.

Tomado de: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Orgasmo/elppgl/20090307elpepusoc_3/Tes

Preguntas

¿Hay vida en otros lugares o estamos solos en el Universo?
¿Es el universo tan sólo parte de una formación mucho mayor y los otros universos pueden tener leyes de la física totalmente distintas al nuestro?
¿Será posible que la humanidad sobreviva al descubrimiento de la energía nuclear y pueda trascender más allá del planeta?
¿Tiene nuestro universo local 10 dimensiones como plantean las teorías del Hiperespacio donde 4 son las que observamos y 6 están enrrolladas en el nivel de Planck?
¿Puede otra especie distinta a los monos evolucionar y lograr tener conciencia del Universo que lo rodea y de las leyes de la Física?

jueves, 5 de marzo de 2009

Algo de Budismo

El budismo, más que una religión, es una filosofía o un camino. Su objetivo es erradicar el dolor inseparable de la existencia desprendiéndose de las ataduras terrestres a través de la moderación, de la renunciación y de la meditación, en definitiva, conseguir el nirvana. Este estado fue alcanzado por Buda hace 2.500 años. Buda significa alguien que está despierto y es el logro de un hombre llamado Sidharta Gautama que nació al sur del Nepal. A la edad de 35 años, tras una profunda meditación, logró un estado de iluminación y el resto de su vida la pasó viajando y diseminando su enseñanza.

EL gran maestro que me enseñó y ya está de viaje por el centro de la Galaxia. http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/udea-noti...